El Mundial de Brasil presentó con orgullo la tecnología del "gol control". Con una serie de cámaras ubicadas estratégicamente y un reloj en la muñeca del árbitro, se podía saber con exactitud si el balón había cruzado o no la línea de meta.
Eran 14 cámaras de Alta Definición ubicadas en los 12 estadios que se usaron para la Copa del Mundo. Y funcionó... hasta hoy.
Según publica el diario Folha de Sao Paulo, el sistema está sin uso, olvidado. ¿La razón? El alto costo de poner en funcionamiento semejante tecnología (10.000 reales por juego; unos 34.000 pesos).
Tanto las cámaras, como el software y los relojes fueron dejados en Brasil por la Fifa, para que fueran utilizados por los brasileños en sus diferentes torneos. Pero la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) determinó que no pueden ponerlo en marcha.
"Sería injusto que algunos estadios lo usaran y otros, que no lo tienen, no puedan disfrutarlo", dijeron desde la CBF. Y como no hay dinero para instalarlos en el resto de las canchas, el tema quedó archivado.
El detalle es que se han dado situaciones de goles "fantasmas" que no han sido cobrados porque los árbitros no pudieron ver si la pelota había pasado la línea. Sucedió, por ejemplo, en el Arena da Amazonia. Jugaban el Vasco y Oeste-SP, por la serie B.
En una jugada polémica, la pelota pareció entrar, el juez dio el gol y el choque terminó 1 a 1. ¿Fue o no fue tanto? Nadie lo sabe, a pesar de las 14 cámaras dispuestas en el estadio... que no se usan.